lunes, 3 de diciembre de 2018

Las ciudades medievales (II). El gobierno y la economía.

Tres faltas de ortografía
Nota: 7

4.1 El gobierno ciudadano.

En un principio, las ciudades dependían de los señores laicos o eclesiásticos del lugar donde se asentaban.
Los abusos de los señores llevaron a los burgueses a reclamar el derecho a gobernarse a si mismo. Para ello crearon asociaciones, llamadas comuna, que lucharon por conseguir de los señores o del rey una carta comunal o fuero que garantizase sus derechos y les permitiese formar un gobierno autónomo.

Una vez conseguida su libertad, el gobierno de la ciudad recayó en un consejo comunal elegido por  los ciudadanos. Este se ocupaba de la recaudación de impuestos y del aprovisionamiento y defensa de la ciudad.

El consejo delegaba el poder ejecutivo en magistrados, llamados alcaldes, jurados o burgomaestres, que se reunían en un edificio llamado ayuntamiento. Pronto, estos cargos fueron acaparados por las familias más ricas e influyentes, constituyendo así un patriciado urbano.

4.2 Artesanos y gremios

Los artesanos de las ciudades trabajaban en pequeños talleres, situados en una casa utilizada a la vez como vivienda y tienda de venta de los productos artesanales. Los del mismo oficio se instalaban en la misma calle, que recibía su nombre: zapateros, cuchilleros, panaderos, tejedores, plateros,etc.

Se organizaban en gremios o asociaciones de artesanos de un mismo oficio. Los objetivos del gremio eran dos: controlar la producción para evitar la competencia, regulando el horario, las fiestas, los precios y la calidad de los productos; y proteger a sus miembros, pagando cuotas para ayudar a los enfermos y a las viudas y a los huérfanos de sus asociados.


Gremio
Resultado de imagen de el trabajo de los artesanos en la edad media
  

En cada gremio existían tres categorías: maestro,oficial y aprendiz.

El maestro era el dueño del taller y dominaba el oficio. Para alcanzar esta categoría debía pasar un examen consistente en elaborar una obra maestra. El oficial recibía un sueldo por su trabajo.
Y el aprendiz no cobraba y mientras aprendía el oficio vivía y comía en casa del maestro.


4.3 El auge del comercio ciudadano.

A partir del siglo XI el comercio se reactivó. a este hecho colaboraron el incremento de la producción agraria y artesanal; el aumento del dinero disponible, gracias al descubrimiento de minas de plata; y la mayor seguridad de los caminos, por la mayor estabilidad política. Los principales centros del comercio fueron las ciudades.

El comercio local se realizaba en la viviendas-taller de los artesanos y en los mercados semanales, adonde acudían los campesinos de la comarca a vender sus excedentes agrarios y comprar productos artesanales.

El comercio a larga distancia se llevaba a cabo en las ferias. Estas eran reuniones de comerciantes celebradas una vez al año en algunas ciudades, y en ellas se vendían artículos procedentes de lugares lejanos. Las más famosas fueron las francesas de Champagne en la ruta terrestre que unía Flandes e Italia.



















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